Para mejorar el uso del jardín planteamos la ampliación del porche con una zona anexa con madera de IPE, de tal forma que la continuidad visual y de uso proporcionara más amplitud al jardín. Empleando un material diferente conseguimos diferenciar las zonas y enriquecer el jardín, el suelo de madera “muerde” al pavimento existente para minimizar la sensación de ampliación, así la nueva zona del porche no parece un añadido posterior.
Un frente vertical realizado también con madera de IPE en continuación con el pavimento actúa como fondo escénico para el porche original y nos permite resaltar los Acer palmatum que ya había en el jardín y que pasan a protagonizar el parterre de grava junto con una plantación de bolas de boj.
Un jardín que se llena de todo el encanto.