Esta terraza en Madrid se reformó utilizando madera de Ipe tanto en suelo como en las jardineras. La jardinera nos ayuda a disimular la estructura del toldo. La terraza se convierte en un espacio protegido y frondoso gracias al bambú y a la vegetación que aísla la terraza.
La propuesta juega con dos materiales: madera y césped artificial, creando dos áreas: una zona estancial y de comedor exterior, que da continuidad visual al salón interior, y otra zona con carácter de jardín con césped y grava a modo de solarium.
La iluminación crea un efecto mágico para disfrutar de la terraza por la noche.